Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.@Marcos 10:14
retrato
Jemima T. Luke (1813–1906)

Je­mi­ma T. Luke, 1841 (I Think, When I Read That Sweet Sto­ry); Pedro Castro y Se­bas­ti­án Cru­el­las (?–1889).

Will­iam B. Brad­bu­ry, 1859 (🔊 pdf nwc).

retrato
William Bradbury
(1816–1868)

Cuando oigo la historia del querido Je­sús
Que bendice a los niños con amor,
Yo también quisiera es­tar,
Y con ellos des­can­sar
En los brazos del tierno Sal­va­dor.

Ver quisiera sus manos sobre mí re­po­sar;
Cariñosos abrazos de él sen­tir;
Sus miradas dis­fru­tar,
Las palabras es­cu­char:
A los niños dejad a mí ve­nir.

Yo ansío aquel tiempo venturoso sin fin,
El más grato, el más bello y el me­jor,
Cuando, de cualquier na­ci­ón,
Niños mil, sin dis­tin­ci­ón,
En los brazos se encuentren del Se­ñor.