El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los presos y dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año del favor del Señor.@Lucas 4:18–19

Will­iam Hun­ter, 1859 (The Great Phy­si­cian); Pe­dro Castro (1840–1887).

John H. Stock­ton, 1869 (🔊 pdf nwc).

retrato
Pedro Castro Iriarte
(1840–1887)

La tierna voz del Sal­va­dor
Nos habla conmovida.
Oíd al Médico de amor,
Que da a los muertos vi­da.

Coro

Nunca los hom­bres cantarán,
Nunca los ángeles en luz,
Nota más dulce entonarán
Que el nombre de Jesús.

Cordero manso, ¡gloria a ti!
Por Salvador te aclamo.
Tu dulce nombre es para mí
La joya que más amo.

Coro

La amarga copa de do­lor,
Jesús, fue tu bebida;
En cambio das al pe­ca­dor
El agua de la vida.

Coro

Y cuando al cielo del Se­ñor
Con él nos elevemos,
Arrebatados en su am­or,
Su gloria cantaremos.

Coro

ilustración
Jesús Sana a los Enfermos
Gustave Doré (1832–1883)